José Luis Jordana: “La participación activa de los mayores es un derecho, un deber y, más aún, una necesidad”
Tras la pantalla del ordenador se puede observar toda una biblioteca cargada de libros con esa edición clásica de tapa gruesa adornada con letras doradas. También hay algún objeto decorativo con motivos históricos; unas vasijas de arcilla, alguna estatuilla. Aunque no se ve, la sala tiene numerosos reconocimientos a toda una carrera.
En el centro del plano, sentado aunque inquieto, está José Luis. La imagen contrasta con quien habla, el Secretario General de la Confederación Española de las Aulas de la Tercera Edad (CEATE), está hablando sobre las series que empezó durante el confinamiento y que le tienen enganchado. Pero hoy, con más de 40 años de experiencia, nos concede una entrevista y analiza los retos a los que se enfrenta la población sénior.
P- José Luis, veo que estás muy puesto al día. No respondes al prototipo de persona mayor que suele tener la gente.
Yo me considero atípico (y también utópico). Soy una persona terriblemente activa, y de hecho, hace unos 14 años lancé un blog (www.demayores.com) que llegó a ser el portal más importante de España por encima del Imserso. Y en esta línea acabo de hacerme youtuber (@elabueloinquieto). Con esto quiero decir que todo es relativo.
P- Parece un cliché esto de que las personas mayores son jubilados y jubiladas tranquilas que solo quieren descansar.
En realidad creo que hay cuatro tipos de edades: la cronológica, que es la que aparece en tu DNI, la del calendario. La biológica, la que, según dicen los médicos, es la que tienen las arterias. También está la psicológica. Para mí, evidentemente, no soy Robert Redford pero creo que todavía me puedo ligar a la vecina de enfrente. Es decir, es la que cada uno siente que tiene. Y, por último, está la edad sociológica, que es cómo te ven los demás.
P- Bueno, pero biológicamente, eres mayor.
Sí, aquí soy el más viejo del lugar, voy a cumplir 84 años. Podría decir que yo fundé CEATE, porque estoy desde los inicios, junto a otras dos personas cuando hace 42 años se crearon las primeras aulas de la tercera edad. Y, por supuesto, vi los inicios de ATEGAL como una de las primeras.
P- Y, ¿te sientes mayor?
Vas cumpliendo años y hasta hace tres o cuatro años no sentía que envejecía. Pero claro que se nota, vas envejeciendo por las esquinas. Lo que yo he estado predicando es hora de que me lo aplique a mí mismo. Además, con todo esto de la pandemia he tenido que replantearme muchas cosas. Porque tiene muchas cosas negativas pero también algunas oportunidades. He descubierto las series, por ejemplo.
P- Claro, porque tú llevas más de 40 años hablando de lo que ahora estás viviendo.
Así es, yo fui director de las Aulas de Madrid, con más de 4000 alumnos. Y durante toda mi vida he defendido que los mayores sigan activos y participativos. Porque desde mi experiencia en la gerontología y la geriatría, es la mejor forma de mantener la salud, ser felices y hacer felices a quienes les rodean.
P- Y, ¿has logrado que cambie el paradigma del envejecimiento con tu trabajo?
Tras más de 300 conferencias y tantos años de trabajo, me siento como la parábola del agricultor. Hablo de cómo debemos hacernos mayores, y esas semillas a veces caen en la piedra y no fructifican pero muchas de ellas caen en tierra buena y sí, cuánto está cambiando.
P- Precisamente, de eso hablas en tu libro «El evangelio de las personas mayores».
Mira, evangelio proviene del griego “ev”, que significa bien y “angelos” que se refiere a mensajero. Por lo tanto, puede traducirse como “buena noticia”. Y para mí, eso es mi trabajo, la buena noticia de que podemos hacernos mayores de una forma mejor: seguir activos, participativos, útiles, con las neuronas estimuladas.
P- Pero, ¿por qué es tan importante mantenerse activo o activa?
Yo siempre parto de la realidad y me fijo en lontananza el ideal. En las aulas, por ejemplo, recibimos mucha formación y la gente se enriquece a muchos niveles (intelectual, físico, afectivo). ¿Y eso para qué? Para seguir siendo miembros de esta sociedad, para ser útiles a uno mismo y los demás. Y así vivimos más pero, sobre todo, mejor. Esa es la gran finalidad por la que tenemos que trabajar.
P- Entonces, ¿cuál es el reto? ¿Cómo tienen que trabajar las Aulas para conseguir el objetivo?
Yo soy muy crítico con las Aulas, no deben ser endogámicas. La escuela tiene que ser un foco de desarrollo comunitario. Yo como supervisor de más de 100 escuelas creé cooperativas escolares, huertos escolares, granjas escolares, incluso aserraderos. Las aulas tienes que ser abiertas al mundo, al cosmotropismo.
P- ¿Cosmotropismo? ¿Qué es?
Es una línea de trabajo participativa, colaborativa, para hacer extensiva esta forma de envejecer al máximo de personas posible. Y las redes sociales son importantísimas para eso.
P- Y, ¿cómo se está haciendo esto?
En el Foro LideA estamos las principales organizaciones de personas mayores. La mayoría de ellas se dedican a solucionar problemas de la población sénior desde distintas perspectivas. Por supuesto, formo parte de sus exigencias pero cada una seguimos un modelo de intervención. Personalmente, desde CEATE hemos apostado por el voluntariado cultural, por ejemplo, en el que voluntarios y voluntarias sénior hacen de guías en centros culturales. Aunque hay hasta otros ocho modelos más, como el voluntariado medioambiental, el espiritual, del Tercer Mundo.
P- Pero, ¿hay tantas personas mayores que quieran participar en este cambio?
Los mayores de 65 somos más de 9 millones de españoles. Cuando yo empecé una persona vivía de promedio menos de 70 años, ahora se superan los 80 años. Es cierto que un millón de esos 9 son dependientes, pero el resto, como yo, estamos deseando comunicarnos y sentirnos útiles. Solo tienes que rascar un poco para conseguir un millar de voluntarios.
P- ¿Y cómo debe ser este proceso de movilización?
Cuando se trabaja con personas mayores yo siempre hablo de las 8 P´s.
- PRESENCIA, queremos que los mayores estén presentes en todos aquellos temas que les conciernen, incluido la política.
- PARTICIPAR, hay que tomar parte y actuar.
- PROTAGONIZAR, no solo tienen que participar, porque puede ser pasivamente, tienen que protagonizar los cambios.
- PRODUCTIVIDAD, el envejecimiento activo no es salir a pasear, tenemos que actuar en favor de los demás.
- PREVENCIÓN, para que el envejecimiento sea armónico y no dé acelerones que conduzcan a un montón de traumas.
- PROMOCIÓN, es necesario promover el bienestar personal y la salud, solo vegeta el vejete.
- POTENCIAL, porque somos el mayor potencial para la sociedad de hoy en día. Y estamos desaprovechados.
- PODER de los senior. Se habla del Black Power, pues igual también es necesario hablar del Senior Power.
P- Bueno, está claro que esto no se está aplicando cuando se conocen datos como el mayor índice de suicidios en España se produce entre gente mayor.
Pues claro, es muy fácil caer en el sofá sin hacer nada, pero ese es el principio del fin. La participación activa de los mayores es un derecho, un deber y, más aún, una necesidad. Es una cuestión de supervivencia.
P- Evidentemente, está muy relacionado con la felicidad.
Hay una cosa que me aplico siempre: “Se comienza a envejecer cuando se deja de reír”. Tengo un edema en los tobillos, los dos meniscos rotos, una estenosis, la espalda hecha polvo en la última vértebra lumbar,… pero bueno, mientras tengamos salud. Esa es nuestra filosofía. (Se ríe a carcajadas). Yo animo a la gente mayor al carpediem, sacarle jugo a la vida. Yo soy el más pecador, con ese gustirrinín que da.
P- Pero no debemos olvidar el contexto. No todas las personas mayores tienen la oportunidad o la capacidad de envejecer igual. No es lo mismo envejecer en una aldea de Galicia que en un piso de Madrid.
La animación sociocultural parte de la realidad, y la que se puede encontrar en las zonas rurales de Galicia, por ejemplo, es muy particular. Por eso, es necesario conocer las necesidades concretas y las problemáticas. Y a partir de ahí intervenir para intentar mejorar esa realidad, aunque es algo muy complicado. Pero el primer paso es querer. Voluntario viene de voluntad, como dicen los psicólogos, no hay conducta sin motivación. Es esencial motivar a las personas a actuar.
P- Entonces todavía queda trabajo por delante.
Por supuesto, siempre. En los centros recibimos mucha formación y la gente se enriquece a muchos niveles (intelectual, físico, afectivo). ¿Y eso para qué? Para seguir siendo miembros de esta sociedad, para ser útiles a uno mismo y los demás. Y así vivimos más pero, sobre todo, mejor. Esa es la gran finalidad por la que tenemos que trabajar.