¡Igual que no hay edad para aprender, en Ategal aprendemos de todas las edades!
Este mes hemos disfrutado de varios talleres intergeneracionales en los que niños, niñas y nuestro alumnado sénior se han encontrado en las aulas. Estos espacios son realmente divertidos pero, además, son también muy estimulantes para quienes participan. Ambas generaciones aprenden de los distintos procesos de trabajo, de sus características y despierta así un gran espíritu de curiosidad.
Para las aulas de Santiago de Compostela propusimos un taller mixto en el que se impartía pintura para los más mayores mientras que los pequeños se iniciaban en grabación audiovisual.
Lo más interesante es cómo cada generación expresa su realidad a través de un arte, unos servían de inspiración a los otros. De esta forma, todos los participantes aprenden en distintos planos. Principalmente, las alumnas sénior practicaban su técnica de pintura y los pequeños aprendieron de cero a utilizar móviles o tabletas para generar contenido multimedia. Aunque lo más importante es todo aquello que se trabaja en un segundo plano. Pequeños y mayores trabajan la creatividad, la curiosidad, las relaciones personales e, incluso, el afecto. Por supuesto, después del taller pequeños y mayores disfrutaron del resultado de ambos trabajos.
Otro de los talleres intergeneracionales que hemos planteado se llevó a cabo en nuestras aulas de Ferrol. Aunque pueda parecer una materia demasiado técnica, propusimos una clase de programación junto a la plataforma Quiero un abuelo.
Lo interesante de esta iniciativa es que alumnas y alumnos combinaron sus ventajas para conseguir aprender. Y es que, organizados por parejas de distintas edades, los participantes emplearon las habilidades del manejo tecnológico de los más jóvenes con la capacidad de comprensión de los más mayores. El resultado, evidentemente, fue una sesión llena de diversión y nuevos conocimientos. Estos espacios son únicos para reforzar los lazos de nuestra sociedad.