(Víctor Sariego, 7/04/2019).- Dar más vida a la vida y potenciar el talento senior para lograr un envejecimiento activo, positivo, digno y saludable. Uno de los principios que rige la labor de las Aulas Senior de Ategal desde hace más de 40 años. No en vano, la entidad es pionera en Europa en su ámbito: la formación de personas mayores. Para ello ha convertido la enseñanza en cualquier edad en un derecho y no en un mero eslogan. A través de cursos, talleres y actividades de aprendizaje, ocio, conocimiento y confraternización, pero, sobre todo, con la implicación y participación de mayores en todo tipo de actividades, Ategal ha logrado que el nuevo modelo de persona mayor (que a su vez tiene nuevas necesidades y demandas) tenga a su disposición todo tipo de herramientas para este nuevo modelo de envejecimiento.
Entre las propuestas de formación, ocio y envejecimiento activo Ategal acaba de poner en marcha un taller de acuarela, destinado especialmente a personas mayores, quienes, además de descubrir quizás un talento oculto, les ayuda a potenciar su creatividad y disfrutar del proceso de creación artística para que puedan utilizar como vehículo de expresión, de comunicación y desarrollo emocional.
El curso está impartido por Isabel Pastor, licenciada en historia del arte, profesora y master de Artes Plásticas, especialista en arte y creatividad para infancia y mayores, colaboradora de diferentes entidades como la Asociación de Altas Capacidades de Galicia (ASAC), la Fundación María José Jove o Ategal.
¿En qué consiste el curso de acuarela que imparte en Ategal?
Se trata de un curso de acuarela donde aprendemos desde el principio dicha técnica artística. Desde las mezclas de color, el uso de los pinceles, el juego con el agua y los pigmentos, la composición, la expresividad y la creatividad.
¿Con qué finalidad?
El objetivo de las clases, sobre todo, es que las personas mayores que participan, disfruten de esta técnica artística que aporta grandes resultados y es muy agradecida. Que se abran a la experiencia de la creación artística, que llenen sus mañanas de color, que jueguen con el agua, que trabajen sobre la belleza de las imágenes como las flores, árboles, paisajes, figuras humanas. Y que vayan adquiriendo, conociendo y explorando la técnica paso a paso. El objetivo no es tanto que se conviertan en virtuosos de la acuarela, sino que disfruten del proceso y lleguen a un cierto dominio donde puedan valorar y apreciar la belleza de sus propias obras.
¿Qué le ha aportado el hecho de que el alumnado sean personas mayores?
Está resultando un verdadero regalo poder compartir con todas estar personas su afán, ilusión y entrega. Cada persona con su historia de vida y con tanto que contar y que enseñar. Para mi son maestros de la vida y maestros también de la acuarela. Si tengo que ser sincera, de todos los grupos que doy, a jóvenes y a adultos, son los alumnos de ATEGAL los que más técnica tienen y los que hacen las mejores acuarelas. Muchos de ellos vienen de practicar la pintura al óleo durante años, algunos décadas. Son alumnos muy exigentes, que quieren y aprenden rápido. Es cierto que a veces se frustran por la poca tolerancia al fracaso, (que tenemos todos y que percibo en todos los grupos de edad), el miedo a fallar, una cuestión muy importante que como docente trabajo con la autocomprensión, la paciencia y el refuerzo positivo, hay que saber hacerles llegar que hacen falta muchas pruebas, muchas horas y mucho trabajo para alcanzar un dominio en cualquier ámbito, en este caso en la técnica de la acuarela y el lenguaje artístico.
La pintura y en concreto la acuarela, ¿pueden influir en la vida de la persona mayor de alguna manera?
Toda práctica artística tiene grandes beneficios a nivel físico, mental y emocional. Al pintar acuarela, en este caso, se está en contacto además con el elemento agua. Se trata de una técnica húmeda, más fluida, que en cierto sentido nos ayuda también a fluir más en el momento. La práctica artística nos centra en el momento presente, en el aquí y en el ahora por lo tanto, si se conecta con ese estado de fluir estaríamos hablando de una meditación activa. Pintar favorece la concentración y produce estados de bienestar y relajación.
Muchas de estas personas comentan que podrían pintar en sus casas pero que nunca encuentran el momento o el lugar donde ponerse a ello. El que tengan un espacio propicio y un profesional que guíe las clases es indispensable para que se pueda generar una experiencia de grupo donde se pueda compartir a un nivel humano. En las clases se crea un vínculo social positivo que gira en torno al arte, a la pintura y a la belleza.
¿Cómo están respondiendo los alumnos y alumnas de Ategal con este curso?
¡Están encantados! Alguna alumna comenta que espera entusiasmada a que lleguen los viernes de acuarela. Otro alumno está deseando aprender nuevas técnicas para poder desarrollar su creatividad… En general, el ambiente de clase es muy bueno, se respira una atmósfera muy agradable y de gran respeto. Aunque cada cual aporte su visiób personal, se aprecia mucha tolerancia en los debates que a veces surgen. Me gusta pensar que es por la experiencia vital que otorgan los años y la sensibilidad que todos ellos tienen por la belleza y por el arte.
¿Por qué recomendarías a las personas mayores que realicen este curso?
Siempre es un buen momento para descubrir el arte, para coger un pincel y ponerse a pintar, aunque no lo hayan hecho hasta ahora. La práctica artística es un regalo para el alma. En las clases de acuarela van a poder encontrar un ambiente relajado y de disfrute donde pasar una mañana muy agradable entre colores, pinceles y buena gente.